26 de abril de 2010

Museo Nacional de Qatar






La coherencia, la valentía y la ubicuidad han convertido a Jean Nouvel, autor de célebres edificios como el Instituto del Mundo Árabe de París o la Torre Dentsu de Tokio, en uno de los arquitectos más importantes del periodo contemporáneo. A lo largo de su carrera ha rehuido a trabajar en serie, por lo cual cada una de sus obras presenta rasgos singulares que proponen escenarios únicos que a la vez que escapan a la rigidez y al dogmatismo, se integran al entorno mediante el dialogo que, en algunas ocasiones se da a partir de la lógica del mimetismo y de la reciprocidad, y en otras mediante el contraste y la diferencia. El autor del edificio para la Fundación Cartier de París, de la Torre Agbar de Barcelona y del polémico Museo Louvre de Abu Dabi, ha diseñado diversos tipos de espacios pero, de entre las múltiples tipologías arquitectónicas que ha abordado, prefiere la de los espacios culturales, ya que en ellos tiene mucho mayores facultades para experimentar y el resultado final, generalmente, simboliza la personalidad e inquietud de las ciudades; este es el caso de sEncomendado por la Consejería de Museos de Qatar, organismo dirigido por la princesa Al Mayassa Bint Hamad Bin Khalifa Al-Thani, este centro cultural y de comunicaciones, se levantará en el extremo sur de Corniche, Doha, a un costado del Fariq Al Salatah Palace, un edificio catalogado como patrimonio histórico de la humanidad desde 1975. El edificio, que será la primera estructura que podrán apreciar los turistas que arriben a Qatar desde el aeropuerto, fue inspirado en dos figuras representativas de las zonas desérticas de Medio Oriente: las rosas del desierto [1] que se forman a partir de la combinación de diversos minerales y los caravasares [2] o albergues que daban reposo y alimento a los viajeros y sus animales, después de una larga jornada. La volumetría fue resuelta a partir de una estructura polimorfa, conformada por una serie de discos o -pétalos- de diferentes dimensiones y curvaturas que funcionan, según el caso, como paredes, techos, pisos y terrazas; cada uno de estos elementos arquitectónicos, estará construido con un alma de acero, recubierta con concreto armado color arena. u más reciente proyecto: el anexo para el Museo Nacional de Qatar.
Como recurso visual para enfatizar la continuidad con el exterior y unificar los diferentes espacios interiores, los pisos se construirán con concreto pulido color arena, mientras que las caras interiores de los muros estarán revestidas con estuco-Pierre, un yeso tradicional que resulta de una mezcla de cal y yeso cuya superficie imita la piedra. Entre cada uno de los vanos que resulten de la unión entre los diferentes discos, se colocarán grandes piezas de cristal cuya marquetería se empotrará dentro de los muros, losas o pisos de concreto, lo que le dará una enorme ligereza visual al edificio. El Museo estará integrado por un circuito de galerías temáticas cuyas exposiciones abordarán: la historia natural de la península de Qatar; la historia social y cultural y la historia de Qatar, como nación, desde el siglo XVIII hasta el presente. En sus instalaciones el museo albergará una colección integrada por más de 8000 objetos que incluyen: piezas arqueológicas y arquitectónicas, textiles, vestuario, joyería, piezas decorativas, armas, libros y documentos históricos que datan desde el 8000aC hasta nuestros días.
La solución arquitectónica del edificio, además de que a nivel visual dialoga perfectamente con el entorno, responde también a los parámetros básicos de sustentabilidad: en algunas zonas los vanos acristalados permitirán que penetre directamente la luz solar para reducir las cargas de enfriamiento, mientras que en otras, los voladizos protegerán los espacios que así lo requieran, de la luz solar y de las altas temperaturas del desierto. Por otro lado, los jardines exteriores del museo se construirán con la vegetación propia de la zona, conformada fundamentalmente por: pastos nativos, catáceas, palmeras, granadas y árboles de sidra [el árbol nacional de Qatar], vegetación que requiere de poca agua y por lo tanto menores cuidados que otro tipo de vegetación. El Museo Nacional de Qatar es una estructura que tanto por su impacto cultural, espectacular solución arquitectónica y ubicación geográfica se convertirá en un hito del Medio Oriente.