En la arquitectura e interiores minimalistas se buscara la reducción del edificio y sus interiores a sus conceptos básicos de espacio, luz y forma. Su base será la frase de Mies Van der Rohe, “menos es mas”. Hay que entenderla así más que: una reducción de elementos, ausencia de ornamentos o un canto al puritanismo.
Una lectura superficial del minimalismo se centra en entenderla como una arquitectura que usa las tonalidades blancas o que realiza un culto al vacío. Estos conceptos implican una simplificación, pero son los que se han generalizado sobre el movimiento.
El minimalismo se caracterizará por:
1. Los espacios despejados.
2. Las líneas rectas y definidas
3. El uso escaso del color.
4. Reducción a lo mínimo de los elementos.
1. Los espacios despejados.
2. Las líneas rectas y definidas
3. El uso escaso del color.
4. Reducción a lo mínimo de los elementos.
El funcionalismo es una de las bases de este estilo, ya que su visión racionalista del espacio exige que sea la función la que decida si un elemento debe aparecer o no, así como su forma. Por lo tanto, cualquier elemento decorativo o prescindible es eliminado del ambiente. En los ambientes minimalistas es imprescindible que paredes, suelos, techos y, en general, cualquier superficie, tanto vertical como horizontal, aparezcan tan limpias e ininterrumpidas como sea posible. Los puntos de interés visual se consiguen introduciendo toques de color en los muebles y obras de arte. Se emplean colores que contrasten, pero sin caer en las estridencias.
La iluminación partirá básicamente de espacios con grandes ventanales por los que entra la luz natural. Para la iluminación artificial se suele escoger una luz de ambiente e indirecta El blanco es el color principal y el que sirve como eje de la decoración. El minimalismo no permite los colores demasiado vivos, por lo que la alternativa al blanco son los colores neutro y claros.
El mobiliario minimalista partirá de una estética racional. De elaboración simple, los muebles siguen formas geométricas puras. Los colores son sobrios y los tapizados huyen de los estampados.
Los sofás y las butacas son preferiblemente de respaldos cuadrados y planos. Las mesas son de gran sencillez.