18 de diciembre de 2008

Ciudades Flotantes




El estilo de vida que hemos llevado hasta ahora, ha tenido profundas y considerables repercusiones a nivel global. La apremiante situación ambiental en la que vivimos actualmente, irremediablemente nos lleva como sociedades a preguntarnos ¿cómo será la vida en el futuro? Mucho se dice acerca de lo que habrá de suceder y cada quien puede formular sus propias predicciones de lo que nos espera.
El arquitecto Vincet Callebaut, ha decidido dejar a un lado las predicciones para emprender acciones concretas en torno a esta problemática que nos aqueja. Recientemente dio a conocer su propuesta de una ciudad flotante concebida como una “ecópolis” anfibia. El diseño de la isla está inspirado en la Victoria amazónica, una especie de lirio acuático y consiste, en una laguna central rodeada por tres edificios, jardines suspendidos y una red de calles cuya superficie alcanzará los 500 mil metros cuadrados. A través de una notable aplicación de la tecnología, esta ciudad flotante funcionará con fuentes de energía naturales y renovables. Espacios para la agricultura, esparcimiento y empleo están contemplados dentro del proyecto constituyéndose así como una ciudad autosuficiente.


La construcción de las islas, planea llevarse a cabo frente a las costas de las ciudades que se verán afectadas por el aumento del nivel del mar a causa del calentamiento global. De este modo las personas no se verán forzadas a alejarse de su entorno y podrán continuar con su vida de manera “normal.”
El trabajo de Callebaut es realmente notable y ciertamente atiende y plantea una respuesta ante el cuestionamiento de ¿cómo será la vida en el futuro?; sin embargo no puedo evitar pensar que este tipo de cuestionamientos se encuentran un tanto fuera de lugar. El problema existe hoy y es una situación generada a través de muchos años de inconsciencia por los que la respuesta a la interrogante no está en el porvenir sino en el pasado y el presente.
Considero que para hallar una verdadera solución es necesario replantear la pregunta y asumir responsabilidades ¿Por qué llegamos hasta este punto?
Es aquí donde surge la discusión entre si un estilo de vida inteligente consiste en ser capaces de construir este tipo de obras arquitectónicas que ciertamente ofrecen una bienestar con caras hacia el futuro, o de vivir de manera tal, que no sea necesario recurrir a este tipo de soluciones.